Es posible que usted, si es cargador o transportista, haya padecido la tortura francesa. Transitar por el infierno francés se ha convertido en asumir riesgo de vandalismo. No sería extraño que le hubieran derribado el camión, tirado la fruta, roto los espejos o desparramado el aceite que transportaba. Cualquier cosa.
Es además muy probable, si su camión estos días ha transitado por Francia, que le hayan retrasado el viaje y que como consecuencia haya tenido algún coste extra, alguna penalización del cliente, o cualquier otro daño patrimonial imaginable.
Como su carga estaba asegurada y su camión también, la solución es clara: debe dar parte a su seguro. Y éste debe responder. En otras palabras: el daño patrimonial lo ha sufrido usted, pero puede trasladarlo a su seguro. Como cualquier otro siniestro.
El efecto que se produce es que, si el sector asegurador funciona igual de bien que los camiones españoles, quien de verdad va a padecer el vandalismo francés no son los agricultores ni los transportistas: son los aseguradores.
Así que dé el parte cuanto antes a su aseguradora. Le sugerimos que lo haga acudiendo a su mediador de seguros. Exíjale copia del parte en el que conste el nombre del tramitador y el número de expediente.
Aquí empieza otro problema: puede dar al seguro el parte que quiera, pero no todos los seguros van a responder. Por ejemplo, dirán que ha habido fuerza mayor. Que este vandalismo no estaba protegido por la póliza. Cualquier cosa por el estilo. Se escudarán todo lo que puedan en la redacción de la póliza.
“De forma estándar se excluyen los daños que se produzcan a consecuencia de motines o huelgas”
Javier Martínez Ortega en RTVE (30-01-2023)
Si el seguro no responde, nosotros somos su solución. En el redactado de las pólizas hay muchas cosas que mirar. Puede ser que no esté firmada. Puede ser que la cláusula no esté resaltada. Pueden ser muchas cosas.
Sobre todo, puede ser que usted se quede sin seguro de defensa jurídica. Estos seguros suelen incorporar varias modalidades, entre ellas la de defensa jurídica. Que obliga a la aseguradora a defenderle con sus abogados. Si lo hacen, pues ya está. Si no lo hacen, tendremos mucho gusto en examinar, no sólo la póliza, sino el conflicto de interés, porque el problema que se plantea casi siempre es que la aseguradora tiene un interés exactamente contrario al de usted, lo que le autoriza para contratarnos con cargo a la compañía de seguros.
Arriende usted nuestro servicio y matará dos pájaros de un tiro: