Comprendemos bien el malestar de los agricultores. Casi podemos decir: estamos con ellos. Pero una cosa es el fondo y otra son las formas. Tienen razón cuando dicen que no existe el Ministerio de Agricultura porque el que manda es el Ministerio de Medio Ambiente. Tienen razón cuando dicen que no cultivan coles sino subvenciones. Tienen razón cuando dicen que el campo está más intervenido que la banca. Tienen razón cuando dicen que países terceros les hacen competencia desleal. Tienen razón cuando dicen que UPA, COAG y ASAJA no valen para nada. Tienen razón cuando dicen que Bruselas está tomada por los lobos, no por los corderos.
Pero no tienen razón cuando cortan el tráfico. Cortar el tráfico es vandalismo. Una forma de revolución. Todos les comprendemos, pero ocurre que los demás también tenemos derecho a vivir: a ir al médico, a visitar a nuestra familia, a llegar a casa a dormir, a ir a trabajar, a transportar mercancías, a visitar las urgencias cuando… estamos a punto de morir. En fin: a usar las vías públicas. Mi coche es mío y la carretera es de todos, no de los agricultores. Ni siquiera por unos días.
Es claro que no hay ningún responsable concreto (ya hemos dicho y ahora repetimos que UPA, COAG y ASAJA no valen para nada y por tanto no han convocado más que reuniones con el Ministerio sin fruto alguno) pero es igual de claro que, cuando alguien no cumple la ley ‑en este caso, los que han vandalizado las carreteras con sus tractores‑ el Estado tiene que proteger a los que son perturbados en su persona o bienes.
Si usted ha tenido daños por la paralización sufrida, por ejemplo porque ha muerto un pariente no atendido; porque ha habido un accidente; porque ha perdido una oportunidad empresarial; porque le han penalizado, o cualquier otro posible daño empresarial o personal (“¿y esto a mi quién me lo paga?”) proceda a reclamar al Estado.
El Estado va a alegar “fuerza mayor” con toda seguridad. Es la vía rápida que todos los funcionarios utilizan para exculparse cuando hay desórdenes. No hay responsabilidad objetiva. Eso lo hubo. Desde que el socialismo (de todos los Partidos) volvió al poder, ha vuelto la exculpación sistemática del Estado por “acto político” o “fuerza mayor”. Y como van a alegar fuerza mayor, prepárese para un litigio. De momento, reclame. Use nuestro formulario. Se lo dejamos abajo. Sólo tiene que rellenarlo. Puede hacerlo en el término de 1 año a contar del día en que le pararon los tractoristas. Si, como es muy probable, el Estado dice que no quiere saber nada porque no puede con todos los tractoristas a la vez (¡ni que fueran tanques!) habrá que litigar. Los jueces no son como los funcionarios: la estadística de demandas estimadas es mucho mayor. La reclamación está abajo. Haga uso de ella: ES GRATIS.