Todo pleito tiene un coste financiero directo. Una demanda -por ejemplo, una reclamación de cantidad- es un activo de la compañía muy difícil de ejecutar. Está en el balance pero no en la caja. Para pasar el activo de la caja del demandado a la caja del demandante hay que poner el pleito.
Desde el otro punto de vista, cuando uno es objeto de un pleito, por ejemplo de una reclamación de cantidad, tiene un pasivo. Es un pasivo difícil de valorar porque uno cree que no lo tiene, pero el demandante cree que sí lo tiene.
En los dos casos hay un coste financiero directo (abogado, procurador, tasas judiciales, notarios, peritos…) pero sobre todo hay un coste financiero indirecto. Su empresa tiene un coste de capital. El que sea. Pero sea el que sea, es el que justifica que su empresa siga en marcha, porque los accionistas exigen a los gestores ese coste para seguir financiando el proyecto.
Si tienen que financiar todo el proyecto, tienen también que financiar el pleito, que es parte de un proyecto financiero global, que es la empresa.
Le ayudamos a financiar el pleito. De diversas maneras:
- Le ayudamos a valorar el coste financiero del pleito desde el punto de vista de su coste de capital. Es decir, le ayudamos a valorar si le conviene litigar, no litigar o llegar a un acuerdo. Y además, a determinar qué acuerdo.
- Si decide litigar, podemos abaratar su coste directo yendo nosotros a comisión de éxito: paga ahora una cantidad exigua, y si el pleito se gana nos paga un porcentaje de lo que usted cobre (o deje de pagar).
- Podemos buscarle un fondo de inversión que compre su crédito. Hay fondos de inversión especializados en la compra de créditos. Por ejemplo, de construcción. O de reclamación de cantidad.
- Podemos encontrar un fondo de inversión que pague parte de los gastos de su pleito y luego obtenga parte del crédito realizado.
- Etc. Hay muchas posibilidades en el mercado.
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