Hoy día la abogacía no vale nada sin la consultoría. Las empresas necesitan asesoramiento integral. Trabajamos formando equipos de trabajo para asesorar de modo diferente y personalizado a cada empresa. Nos gusta acompañar a nuestros clientes en todos sus procesos de producción. La finalidad primera es que no se equivoquen: los abogados estamos ahí para que no cometan errores. Pero luego vemos oportunidades que otras empresas del sector están aprovechando y que nuestros clientes están dejando de utilizar. Queremos ayudarles a mejorar.
Hay además mucho dinero público en fondos europeos que usted puede aprovechar. No deje de llamarnos, porque no sabe hacerlo. Todo el mundo se cree que tiene alguien en su empresa que últimamente tiene poco trabajo y sabrá pedir fondos europeos. Haga como quiera, pero saldrá mal, porque si tiene poco trabajo es por algo. Nosotros formamos un equipo ad hoc y pedimos para su empresa fondos europeos.
Donde hay dinero hay rapiña. Siempre que usted tenga dinero, necesitará un abogado, porque vendrán los de la AEAT, los de la TGSS, sus empleados, sus socios, su Ayuntamiento… a quitárselo. Pero no mire lo negativo: por lo menos usted produce algo. Los demás sólo recaudan. Déjenos a nosotros sus problemas y concéntrese en producir. En su producto. En su empresa. En lo que le gusta. Nosotros le señalaremos de modo positivo nuevas oportunidades que aprovechar. Si quiere las aprovecha. Si no, usted verá. El empresario es usted. Nosotros queremos ir más allá de la abogacía y aconsejarle: consultoría.